Los protagonistas de los hechos se consideran precedente de "Los Indignados" españoles, "pero nos costó 42 muertos", lamentan
Virginia BautistaCIUDAD DE MÉXICO, 10 de junio.- La matanza estudiantil del Jueves de Corpus de 1971 (10 de junio) conocida como El Halconazo, considerada la segunda más trágica después de la de 1968 en Tlatelolco, ha inspirado, en el marco de su 40 aniversario, la escritura de dos libros que pretenden revalorar un movimiento que ratificó para los mexicanos el derecho a la libre manifestación de sus ideas.
10 de junio: ¡ganamos la calle!, de Joel Ortega Juárez, y Halcones, nunca más, de Arturo Cano, revisan la marcha realizada en el Casco de Santo Tomás de la Ciudad de México, que cobró la vida de 42 jóvenes, "identificados con nombre y apellido, pero no quiere decir que hayan sido todos", y hurgan en sus razones con el fin de mostrar "las dos caras de la moneda": la trágica, la más conocida, y la de los motivos, sobre la que "hay desmemoria".Para Ortega, el principal mensaje de este suceso es que "cuando un movimiento es autónomo, genuino, autodirigido por la sociedad, y tiene claro lo que busca, se puede ganar, aunque haya represión".
El activista social y sobreviviente de la manifestación destaca que hay que divulgar ambas caras, "porque si se enaltece sólo el salvajismo que utilizó el grupo paramilitar Los Halcones sobre un acto pacífico, la gente creerá que no debe ir a las marchas porque te matan, que no se puede hacer nada si no estás en un partido político. Y no, (más bien) debemos reforzar el derecho a la libre manifestación", dice.
"¿Por qué salimos a la calle hace 40 años, qué pedíamos, qué queríamos? El título del libro es una síntesis: ganamos la calle. Quizá hoy esto no quiere decir nada, porque tan sólo en el año 2000 hubo alrededor de tres mil 500 manifestaciones. Pero hay que pensar que antes, al participar en una marcha, te exponías a perder la vida", añade.
El autor del volumen publicado por Ediciones de Educación y Cultura, que se presentó anoche en el Centro Cultural San Ángel, señala que la mayoría de las demandas de los jóvenes de entonces siguen vigentes: la unión obrero-estudiantil, la democratización de la enseñanza, una verdadera reforma universitaria y la libertad a los presos políticos.
"Fuimos una Plaza del Sol premonitoria, pero nos costó 42 muertos", detalla evocando al actual movimiento de Los Indignados en España.
Indica que una primicia del libro es la publicación de la renuncia del subsecretario de Comunicaciones en esa época, Enrique Herrera, en protesta contra la represión, documento inédito hasta ahora.
Por su parte, Arturo Cano compila fragmentos de testimonios, entrevistas, narraciones y recuentos de diversos periodistas y fotografías "que se han podido rescatar a lo largo de los años" para dar vida a un volumen de divulgación "dirigido sobre todo a los jóvenes y a las personas que no vivieron o desconocen El Halconazo".
Editado por Miguel Ángel Porrúa, el libro "reconstruye el momento de la masacre, la forma como operaron Los Halcones, grupo organizado, estructurado y financiado desde la Presidencia de la República; y el proceso en contra de los presuntos responsables, que terminó en el esperpento jurídico de que hubo genocidio, pero no culpables".
El afán, agrega, no es la autovictimización, "sino rescatar lo vivo de ese movimiento, porque esa generación, que es la misma del 68, aportó mucho al país, a las luchas sociales y a la trasformación democrática".
Cano dice que el libro pretende acabar con la desmemoria, que es el alimento de la impunidad. "Para desgracia del país, la impunidad no terminó con el régimen autoritario del PRI, ha continuado, y eso es lo que debemos erradicar", concluye.
Hoy, la UNAM conmemorará el llamado Halconazo, en un acto luctuoso, en el que los actores Marina de Tavira y Bruno Bichir leerán poemas y el Cuarteto Humboldt interpretará piezas musicales. La cita, a la que asistirá el rector José Narro Robles, es a las 10 de la mañana en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).
Memoria fotográfica
México recuerda los 40 años de la matanza estudiantil conocida como El Halconazo, a través de una muestra fotográfica que narra paso a paso el suceso.
"Recordar este suceso significa entender el riesgo que se corre cuando no hay vías para canalizar las demandas, ni una interlocución adecuada o espacios de diálogo para alzar la voz", dijo el historiador Enrique Condés.
El 10 de junio de 1971, día de la festividad de Corpus Christi, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a las calles de la Ciudad de México para exigirle al entonces gobierno de Luis Echeverría libertad política y la democratización de la enseñanza.
La manifestación, que en un inicio fue pacífica, se convirtió en una masacre con la entrada del grupo paramilitar Los Halcones, el cual abrió fuego para reprender a los estudiantes, lo que dejó decenas muertos y heridos.
El trágico suceso es hoy motivo de la exposición A 40 años del Halconazo: 10 de junio tampoco se olvida, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Ese recinto se encuentra en la misma zona (Tlatelolco) que La Plaza de las Tres Culturas, donde el 2 de octubre de 1968 hubo una matanza en la que, según Condés, perdieron la vida alrededor de casi medio centenar de estudiantes mientras realizaban demandas ciudadanas.
En la exposición podrán apreciarse 50 fotografías sobre los jóvenes haciendo los preparativos de la marcha, el inicio de la protesta, la entrada de Los Halcones disfrazados de estudiantes levantando pancartas con la imagen del "Che" Guevara y del ataque y muerte de los estudiantes.
Además, se presenta una serie de publicaciones de la época que narran los hechos y una manta original que ese día portaban los estudiantes de la Preparatoria Popular que participaron en la protesta. Como
complemento de la muestra se proyectará el documental de Carlos Mendoza, Halcones.
Terrorismo de Estado y se realizarán mesas redondas con especialistas en el tema. "Y no olvidamos ni olvidaremos porque gobiernos como los de Felipe Calderón siguen insistiendo en que la violencia es la solución y no, es el precipicio", aseguró Condés, en alusión a la estrategia del combate al crimen organizado lanzada por la actual administración (2006-2012).
Al día de hoy nadie ha sido declarado culpable de los sucesos de El Halconazo, a pesar de que en aquel momento se habló de la responsabilidad de los entonces regente de la ciudad, Alfonso Martínez Domínguez, y el procurador general Julio Sánchez Vargas, quienes negaron haber dado la orden de abrir fuego contra los estudiantes.
Exposición
A 40 años del Halconazo: 10 de junio tampoco se olvida, en el Centro Cultural Universitario
Tlatelolco, ubicado en avenida Ricardo Flores Magón 1, colonia Nonoalco-Tlatelolco.
Con información de EFE
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