CHIHUAHUA, 5 de agosto.— Todo el cuerpo de policías preventivos del municipio de Ascensión renunció luego que el pasado martes por la noche dos de sus compañeros fueron asesinados a balazos.
El alcalde de ese municipio ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos, Jaime Domínguez Loya, confirmó el homicidio de dos de los agentes, y luego dio a conocer la decisión del resto de los policías, 26 en total, de entregar armas, unifomes y renunciar ante el temor de ser asesinados.
Desde el miércoles, ese municipio que colinda con Nuevo México, Estados Unidos, y que tiene cerca de 24 mil habitantes, se quedó sin policías locales, por lo que elementos del Ejército, de la Policía Federal y de la Policía Estatal Única asumieron labores de vigilancia preventiva, ante el llamado urgente del alcalde para brindar seguridad a los habitantes de Ascensión.
Esta nueva crisis de seguridad en un municipio de Chihuahua inició el martes por la noche, cuando tres agentes preventivos que realizaban labores de vigilancia a bordo de una patrulla oficial fueron atacados a tiros por un comando, que mató a dos de los uniformados y dejó a una mujer policía gravemente herida.
Los agentes asesinados fueron identificados como Luis Ernesto Baltiérrez Morales, de 33 años de edad, y David Alfredo Chacón Navarro, de 40, mientras que el nombre de la mujer policía se mantiene en reserva.
Los agentes realizaban su recorrido de vigilancia en el cruce de las calles Dos Naciones y Diagonal Díaz, de la colonia Centro, cuando fueron atacados sin que pudieran repeler la agresión.
En el lugar, el Ministerio Público encontró más de 50 casquillos calibre 7.62 x 39, de fusiles de asalto AK-47, conocidos como cuernos de chivo.
Luego del homicidio, la Fiscalía informó que se inició una investigación.
Entre los refuerzos y la zozobra
El vocero de la Fiscalía General del Estado de Chiahuahua, Carlos González, anunció que ante la renuncia de los agentes preventivos de Ascensión, será el Ejército, la Policía Federal y la Policía Estatal Única los que retomen la vigilancia en los poblados de ese municipio.
Desde el miércoles por la noche, por las calles de Ascensión circulan solamente patrullas militares, así como de las policías federal y estatal.
Habitantes de la cabecera municipal dijeron estar temerosos, ya que no solamente los policías huyeron, sino que lo mismo han hecho comerciantes y profesionistas, ante la ola de inseguridad que hay en la región.
En el municipio rural de Ascensión, bandas criminales han aterrorizado diversas poblaciones para realizar actividades delictivas como trasiego de droga, contrabando de armas y de municiones, y tráfico de migrantes indocumentados, afirmaron.
Indicaron que las ejecuciones, secuestros, extorsiones y cobros de piso ocurren todos los días en sus comunidades.
Misma historia
Ésta no es la primera vez que un municipio del estado de Chihuahua se queda sin policía local por los ataques de parte de bandas criminales, principalmente de narcotraficantes, y al menos cinco de ellos han tenido que recontratar agentes, principalmente en la franja fronteriza con Estados Unidos.
En la región conocida como El Valle de Juárez, los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Praxedis G. Guerrero, conocidos como el patio trasero de Ciudad Juárez, han sufrido el embate del crimen organizado.
En uno de ellos, Praxedis, los hombres se negaron a asumir cargos de seguridad pública, por lo que el año pasado, una jovencita de 18 años de edad asumió el cargo de Directora de Policía, pero seis meses después renunció y se exilió en los Estados Unidos tras recibir amenazas de muerte.
Lo mismo sucedió en las presidencias seccionales de El Porvenir y Samalayuca, del municipio de Ciudad Juárez, donde tuvieron que ser mujeres las designadas en los cargos de comisario de policía, ante el temor de los hombres por hacerse cargo de la seguridad.
El primero de los municipios que sufrió el éxodo de su policía municipal por la violencia del crimen organizado fue Villa Ahumada, cuando en 2009 el comandante y dos agentes fueron ejecutados a tiros.
El resto renunció al día siguiente y el alcalde tuvo que formar una policía ciudadana y desarmada.
Luego, en la comunidad de Le Barón, en el municipio de Galeana, los habitantes decidieron armarse y formar grupos de vigilancia urbana, tras el asesinato de dos miembros de esa comunidad mormona.
Los asesinatos por ajustes de cuentas entre criminales son comunes y casi diarios, pero especialmente la corporación ha sido constantemente atacada, con saldos mortales.
Esta violencia llevó a los habitantes a revelarse contra las autoridades, y el 21 de septiembre de 2010 sacaron a dos secuestradores de las oficinas de la Policía Federal y la multitud los linchó, matándolos a golpes y pedradas.
Los habitantes formaron entonces una policía ciudadana, se armaron y organizaron, pero finalmente el gobierno del estado contrató agentes preventivos, quienes fueron capacitados en la capital estatal.
No tardaron mucho en darse nuevos hechos violentos, ya que el 12 de febrero de este 2011, el subdirector de la Policía Municipal, Carlos Mario Parra Gutiérrez, fue asesinado a tiros por un grupo armado que llegó a su domicilio, en cuyo interior fue victimado.
Luego, el 14 de mayo de este mismo año, la misma suerte corrió el director de Seguridad Publica, Manuel Martínez Arvizu, quien fue secuestrado por un comando y asesinado ese mismo día. Su cuerpo fue localizado dos días después.
Por su parte, el alcalde de Ascensión, Jaime Domínguez Loya, comentó que en las próximas semanas buscarán integrar de nueva cuenta la corporación municipal con la ayuda de la Policía del estado.
En la última semana han sido constantes los ataques de grupos de la delincuencia organizada contra la policía de Ascensión, zona controlada por el cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.
El alcalde de ese municipio ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos, Jaime Domínguez Loya, confirmó el homicidio de dos de los agentes, y luego dio a conocer la decisión del resto de los policías, 26 en total, de entregar armas, unifomes y renunciar ante el temor de ser asesinados.
Desde el miércoles, ese municipio que colinda con Nuevo México, Estados Unidos, y que tiene cerca de 24 mil habitantes, se quedó sin policías locales, por lo que elementos del Ejército, de la Policía Federal y de la Policía Estatal Única asumieron labores de vigilancia preventiva, ante el llamado urgente del alcalde para brindar seguridad a los habitantes de Ascensión.
Esta nueva crisis de seguridad en un municipio de Chihuahua inició el martes por la noche, cuando tres agentes preventivos que realizaban labores de vigilancia a bordo de una patrulla oficial fueron atacados a tiros por un comando, que mató a dos de los uniformados y dejó a una mujer policía gravemente herida.
Los agentes asesinados fueron identificados como Luis Ernesto Baltiérrez Morales, de 33 años de edad, y David Alfredo Chacón Navarro, de 40, mientras que el nombre de la mujer policía se mantiene en reserva.
Los agentes realizaban su recorrido de vigilancia en el cruce de las calles Dos Naciones y Diagonal Díaz, de la colonia Centro, cuando fueron atacados sin que pudieran repeler la agresión.
En el lugar, el Ministerio Público encontró más de 50 casquillos calibre 7.62 x 39, de fusiles de asalto AK-47, conocidos como cuernos de chivo.
Luego del homicidio, la Fiscalía informó que se inició una investigación.
Entre los refuerzos y la zozobra
El vocero de la Fiscalía General del Estado de Chiahuahua, Carlos González, anunció que ante la renuncia de los agentes preventivos de Ascensión, será el Ejército, la Policía Federal y la Policía Estatal Única los que retomen la vigilancia en los poblados de ese municipio.
Desde el miércoles por la noche, por las calles de Ascensión circulan solamente patrullas militares, así como de las policías federal y estatal.
Habitantes de la cabecera municipal dijeron estar temerosos, ya que no solamente los policías huyeron, sino que lo mismo han hecho comerciantes y profesionistas, ante la ola de inseguridad que hay en la región.
En el municipio rural de Ascensión, bandas criminales han aterrorizado diversas poblaciones para realizar actividades delictivas como trasiego de droga, contrabando de armas y de municiones, y tráfico de migrantes indocumentados, afirmaron.
Indicaron que las ejecuciones, secuestros, extorsiones y cobros de piso ocurren todos los días en sus comunidades.
Misma historia
Ésta no es la primera vez que un municipio del estado de Chihuahua se queda sin policía local por los ataques de parte de bandas criminales, principalmente de narcotraficantes, y al menos cinco de ellos han tenido que recontratar agentes, principalmente en la franja fronteriza con Estados Unidos.
En la región conocida como El Valle de Juárez, los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Praxedis G. Guerrero, conocidos como el patio trasero de Ciudad Juárez, han sufrido el embate del crimen organizado.
En uno de ellos, Praxedis, los hombres se negaron a asumir cargos de seguridad pública, por lo que el año pasado, una jovencita de 18 años de edad asumió el cargo de Directora de Policía, pero seis meses después renunció y se exilió en los Estados Unidos tras recibir amenazas de muerte.
Lo mismo sucedió en las presidencias seccionales de El Porvenir y Samalayuca, del municipio de Ciudad Juárez, donde tuvieron que ser mujeres las designadas en los cargos de comisario de policía, ante el temor de los hombres por hacerse cargo de la seguridad.
El primero de los municipios que sufrió el éxodo de su policía municipal por la violencia del crimen organizado fue Villa Ahumada, cuando en 2009 el comandante y dos agentes fueron ejecutados a tiros.
El resto renunció al día siguiente y el alcalde tuvo que formar una policía ciudadana y desarmada.
Luego, en la comunidad de Le Barón, en el municipio de Galeana, los habitantes decidieron armarse y formar grupos de vigilancia urbana, tras el asesinato de dos miembros de esa comunidad mormona.
Los comandos no dan tregua a los agentes locales
En la pequeña comunidad agrícola de Ascensión, lo que antes era un valor agregado se ha convertido hoy en su peor pesadilla, ya que por ser frontera con Estados Unidos las bandas criminales la han utilizado para diversas actividades delictivas.Los asesinatos por ajustes de cuentas entre criminales son comunes y casi diarios, pero especialmente la corporación ha sido constantemente atacada, con saldos mortales.
Esta violencia llevó a los habitantes a revelarse contra las autoridades, y el 21 de septiembre de 2010 sacaron a dos secuestradores de las oficinas de la Policía Federal y la multitud los linchó, matándolos a golpes y pedradas.
Los habitantes formaron entonces una policía ciudadana, se armaron y organizaron, pero finalmente el gobierno del estado contrató agentes preventivos, quienes fueron capacitados en la capital estatal.
No tardaron mucho en darse nuevos hechos violentos, ya que el 12 de febrero de este 2011, el subdirector de la Policía Municipal, Carlos Mario Parra Gutiérrez, fue asesinado a tiros por un grupo armado que llegó a su domicilio, en cuyo interior fue victimado.
Luego, el 14 de mayo de este mismo año, la misma suerte corrió el director de Seguridad Publica, Manuel Martínez Arvizu, quien fue secuestrado por un comando y asesinado ese mismo día. Su cuerpo fue localizado dos días después.
Por su parte, el alcalde de Ascensión, Jaime Domínguez Loya, comentó que en las próximas semanas buscarán integrar de nueva cuenta la corporación municipal con la ayuda de la Policía del estado.
En la última semana han sido constantes los ataques de grupos de la delincuencia organizada contra la policía de Ascensión, zona controlada por el cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.
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