Los aumentos a gasolinas no dañan el bolsillo de la gente, dice Calderón

• La generación de Lady Gaga para acá ya no se acuerda de los niveles de inflación en 1980

Claudia Herrera Beltrán

Enviada

Periódico La Jornada

Martes 13 de septiembre de 2011, p. 5

 

Xochitepec, Mor., 12 de septiembre. El presidente Felipe Calderón señaló que los aumentos al precio de la gasolina son graduales para no dañar el bolsillo de la gente, pero reconoció que sí la irritan.

También insistió en que la inflación en los años 80 fue de 95 por ciento y mucha gente joven, digamos de Lady Gaga para acá, ya no se acuerda, señaló en referencia a que en su auditorio veía pura gente joven.

De visita en esta entidad, donde hizo una tercera presentación regional de su quinto Informe regional, admitió que hay un tema que yo sé que a la gente le irrita, a la gente le molesta y quiero explicarlo. Es importante comprender esto porque, efectivamente, tenemos que hacer ajustes graduales, como lo hemos venido haciendo, pero que no dañen el bolsillo de la gente. Y, sobre todo, que sigan dando ese respaldo enorme a los consumidores, explicó al justificar esta medida.
Aseguró que en todo el mundo están subiendo durísimo los precios del petróleo, del oro y de las materias primas. Comparó los incrementos de precios a la gasolina registrados en otras administraciones y dijo que entre 1971 y 1976, la cifra fue de 445 por ciento; entre 1983 y 1988, de mil 300 por ciento, y en su gobierno, apenas de 30 por ciento. Eso, acotó, a pesar de que estamos viviendo los costos del petróleo más altos de la historia.

Insistió en contrastar lo ocurrido durante los gobiernos priístas –sin mencionar las siglas de ese partido– con lo de esta época. Indicó que en 1988 el precio del barril de petróleo llegó a estar en 11 dólares y ahora se ubica en 105 dólares, mientras el aumento a la gasolina fue considerablemente menor.
Comentó que en Italia la gasolina cuesta el equivalente a casi 30 pesos el litro, en Brasil 21 pesos, en Guatemala 14 y en Estados Unidos, en Texas, por ejemplo, ya está en 13 pesos. Argumentó que México tiene un déficit de refinación y compra 40 por ciento de la gasolina al extranjero; esto es, cuatro de cada diez litros provienen de Estados Unidos.
Si compramos la gasolina a 13 pesos allá, y aquí la vendemos a 9.40, quiere decir que estamos subsidiando casi cuatro pesos por litro al consumidor, pónganle tres; en un tanque de 60 litros son 180 pesos a cada automovilista, planteó.
Presumió además que en esta administración los promedios de inflación son de 3.42 por ciento, cuando en el pasado había registros hasta de 140 por ciento.