Resalta afectación por sequías, heladas y violencia extrema
El diputado del PRD, José Narro
Céspedes, declaró que respaldará las movilizaciones de organizaciones
campesinas de Chihuahua que exigen implementar políticas y programas
urgentes de todos los órganos de gobierno, ante la inédita situación de
sequías, heladas extremas y violencia.
Explicó que la sequía que padece la
región desde octubre de 2010, la helada atípica del 3 y 4 de febrero,
las precipitaciones del presente año, han causado graves daños a los
productores, a las familias, a los recursos naturales y a la
disponibilidad de alimentos en todo el país.
Indicó que esta situación afecta una
amplia extensión de hectáreas de agostadero, reducidas a niveles mínimos
de producción y capacidad de recarga de agua.
Precisó que la disponibilidad de
alimentos es mínima, tras la caída de 85 por ciento en la producción de
frijol, no hay producción de maíz criollo para autoconsumo, sobre todo
en la Sierra Tarahumara.
Además, se disminuyeron severamente las
cosechas de granos, manzana y forrajes en las zonas de riego, lo que
repercute en mayores costos para la producción de carne y lácteos, dijo.
Tan sólo para el abasto de la zona
serrana del estado se requieren con urgencia 70 mil toneladas de maíz y
20 mil toneladas de frijol, dijo.
Agregó que la ganadería de Chihuahua se
encuentra al borde del colapso, la producción de leche también padece el
encarecimiento de insumos y el bajo precio del producto. Las
autoridades federales y estatales no cuentan con un plan ni con los
recursos suficientes para enfrentar la emergencia.
Detalló que las demandas de los
indignados del campo chihuahuense se resumen en programa de alimentos
para atender la población más vulnerable en la Sierra Tarahumara.
También, programas de empleo en las
regiones de agricultura de temporal para obras de conservación de suelo y
agua; de suplementación y acopio de ganado con apoyos en pasturas y
concentrados para aguantar el invierno.
Además, realización urgente de un padrón
único de productores agropecuarios, con la participación de los
productores para garantizar la inclusión y la equidad.
Asimismo, un decreto que impida la
salida fuera del estado de esquilmos agrícolas, como el rastrojo del
maíz y la cascarilla de algodón, para garantizar una reserva estratégica
que ordene el mercado local de forrajes.
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